jueves, 25 de agosto de 2016

Diario de viaje (VI): Londres: De Palacios y verdes parques


Nuestro último día en Londres podemos decir que se trató de un "día de descanso" y es que decidimos dejar para el último día y además soleado, la visita a Hyde Park y a Kensington Garden.

Fuimos en metro hasta el Big Ben, que lo habíamos visto el día anterior pero queríamos tomar mejores fotos de la famosa Torre y del Parlamento. También fuimos a ver los exteriores de la Abadía de Westminster, que el día anterior no tuvimos ocasión de ir. Luego nos dirigimos al Palacio de Buckingham.



Nos perdimos llegar y cuando llegamos mucha gente esperaba para ver el cambio de guardia. Nosotros pensábamos llegar antes para que hubiera menos jaleo, pero como nos perdimos, cuando llegamos estaba lleno de gente. Nos quedamos esperando un rato pero al final nos fuimos sin ver el cambio de Guardia. Sí, no la vimos, esto a mucho les puede parecer un sacrilegío pero en mi defensa diré que yo ya la había visto hace unos años. 

Nos dirigimos a Hyde Park. A la entrada del parque había un puesto de comida y nos compramos unas hamburguesas y un refresco, y nos sentamos a tomarlo en un banco mientras observábamos a la gente patinar. No hay mucho que contar de la visita al parque, nos limitamos apasear y a disfrutar del momento y nos tiramos un buen rato descansando sobre el cesped. El día era buenísimo y daba pie a ello, además era domingo por lo que muchas familias aprovecharon para hacer un picnic.



Tras estar un par de horas en Hyde Park, visitamos el Kensignton Garden ya que yo tenía muchas ganas de volver a ver la estatua de Peter Pan (uno de mis cuentos preferidos de la infancia) y el roble de los Elfos, que anteriormente lo había buscado pero nunca encontrado. Esta vez lo conseguí pero lo cierto es que me costó. Esta junto a un kiosko donde sirven cafés y creo que también comida y un parque infantil. Había un gran número de familias con niños merendando allí. El roble, con elfos, brujas y animales tallados, tiene unos 900 años y esta protegido para evitar que la gente lo toque y lo estropee, por desgracia, esto me impidió hacer una foto en condiciones del árbol.



Aquí se puede visitar el  Palacio de Kensington, antigua residencia de la Casa Real inglesa hasta que en Jorge III se trasladó al Palacio de Buckingham. Se puede visitar el interior por unos 14,50 libras. Nosotros no lo hicimos, sino que nos quedamos paseando por los bonitos jardines de su exterior.

Seguimos paseando para ver el espectácular monumento en homenaje al príncipe Alberto. Dejando el parque pero no lejos de allí, está el Victoria&Albert Museum y el museo de Historia Natural y el Museo de la Ciencia. Los tres gratuitos. Mi intención era visitar el de Historia Natural, pero después del palizón de los días anteriores estabamos muy cansados por lo que nos entretuvimos relajándonos en el parque y se nos hizo algo tarde. Además tenía ganar de visitar Harrods, por lo que nos dirigimos allí tras dejar el parque.






Volvimos al hotel a descansar un poco. A las 7 habíamos quedado con Jenna para tomar algo. Fuimos al mismo pub que el primer día ya que nos encantó. Resulta que ese día había trivial benéfico y decidimos unirnos, trataba sobre el maratón de Londres y muchas de las preguntas eran sobre este o temas sobre beneficiencia de Inglaterra...Obviamente quedamos los últimos pero increiblemente acertamos bastante. Y estuvimos a punto de llevarnos unas 80 libras en una pregunta de consolación que se hizo al final del juego. Había que decir una cifra y estábamos entre dos...y sí, una de ella era la acertada y pusimos la otra. Típico.

Nuestro viaje a Londres terminó así. Al día siguiente nos iríamos a las tres de la tarde, por lo que solo tuvimos tiempo para hacer las maletas, el check out y tomarnos un buen desayuno en otro pub cercano al hotel. Después fuimos con tiempo en busca de la parada del bus Easybus...y menos mal que fuimos con tiempo porque no lo encontrábamos. Llegamos a no encontrarlo a tiempo y nos quedamos en Londres y es que cogimos el horario de bus muy ajustado, ya que a esa hora era más barata.  En el aeropuerto practicamente nos dio tiempo a hacer los controles, comprar algunos regalos y chocolatinas en el dutyfree y no estuvimos más de 10 minutos sentados esperando que llamaron para nuestro avión.

Aquí acababa mi viaje a Londres. Obviamente me quedaron muchas cosas por ver, ya que Londres es una ciudad que tiene mucho que ofrecer. He estado varias veces y aún me queda mucho por descubrir. Sin duda volveré.

Mi proxima entrada seguramente hará referencia a otro viaje que tengo programado, que haré la próxima semana. ¿A dónde será? Habrá que esperar un poco para saberlo :)

Saludos,

Cris

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