sábado, 21 de mayo de 2016

Diario de viaje: Eastbourne


El jueves llegaban mis padres y mi tía a Eastbourne para asistir al día siguiente a la graduación de mi hermana, pero no llegarían hasta la tarde, por lo que aproveché ese día para conocer la ciudad, la cual había visto un poco desde el coche.

Fui a desayunar con mi hermana a “Beanzz”, una cafetería acogedor estilo Starbucks (sin ser una cadena), con un toque más hípster. Tiene wifi gratis, por lo que puedes llevarte tu portátil para trabajar pero si lo que prefieres es leer, la cafetería tiene libros para que leas. El desayuno estaba riquísimo y bien de precio, cada una pedimos un té y un plato de tortitas para compartir (vienen tres). Como la camarera vio que íbamos a compartir, tuvo el detalle de traernos un plato a cada una con la tortita y media que nos correspondía.

Mi hermana tenía que trabajar por lo que fui yo sola a visitar la ciudad. Primero estuve por la calle donde se encuentra el “Beanzz” y alrededores, en esa misma calle visité una librería de segunda mano que ya había visto antes desde fuera pero no había tenido ocasión. Me podría haber tirado horas de la gran cantidad de libros que había ahí dentro, pero ni si quiera pude ver entera la tienda, ya que tuve que salir debido al polvo que acumulan los libros y que me ocasionaban alergia. 


Continué paseando por esa calle, donde se encuentran el ayuntamiento, y una iglesia. Volví sobre mis pasos, en dirección a la estación de tren para luego girar y dirigirme a la calle principal de tiendas, para mí de las más bonitas de la ciudad.





Eastbourne es una ciudad acogedora que al estar al sur de Inglaterra recibe muchos turistas pero británico, no es como en Brighton, que era común cruzarte con personas que hablaran un idioma diferente al inglés, aquí será difícil y lo más complicado aún será que hablen español. Así que si lo que quieres es aprender inglés y relacionarte con autóctonos esta ciudad es recomendable, ya que la población de habla hispana y los turistas, no son muchos.






Es recomendable ir en verano, ya que se podrá disfrutar del buen tiempo y del mar, pero si eres joven y lo que busca es una ciudad fiestera, esta no es la adecuada, tengo entendido que hay un par de discotecas, pero la mayor población de la ciudad es mayor, incluso anciana,  al haber unas cuantas facultades de la Universidad de Brighton en esta ciudad, una parte de la población es bastante joven, a pesar de eso, Eastbourne no es un destino de fiestas nocturnas.

Eastbourne, al igual que Brighton, tiene un Pier. Ambos son bastantes similares, pero a mi personalmente me gustó más este. Al igual que el de Brighton, se escuchaba música de los 70-80. Este no tiene ninguna sala de juego ni parque de atracciones pero sí tiene un restaurante victoriano. Yo no llegué a entrar, pero por lo que me han  comentado, el servicio es bastante lento y para lo que es, es algo caro.


Este paseo marítimo me parecía más agradable para caminar que el de Brighton, además que empezó a hacer un día bastante bueno. Casi todos los edificios, de estilo victoriano, son hoteles y en el paseo marítimo también está el único 5 estrellas de la ciudad, bastante bonito y espectacular por fuera, la verdad.

Seguí dando un paseo por el paseo Marítimo y por la playa, muy similar a la de Brighton. En las playas, además, se pueden ver las tipicas casetas para cambiarse de las playas inglesas. Aproveché que hacia sol para sentarme en unos de los bancos del paseo y, una vez recuperada las fuerzas, me dispuse a volver a casa de mi hermana.






En vez de hacer el mismo camino que a la ida, fui en dirección a la  Blackwater Road, ya que mi hermana me había comentado que en esa calle había un típico colegio internado inglés bastante bonito y que las casas de esa calle en sí también lo eran. No hice foto del colegio ya que pasé a la hora de salida y había muchos menores alrededor. Una vez acabó esta calle, me perdí, mi mapa era solo del centro de la ciudad y, aunque en teoría era muy fácil volver a la casa de mi hermana, hubo un momento en el que dejé de ver calles conocidas. No sé en qué momento me perdí pero a los pocos minutos tuve la suerte de que mi hermana me llamó. Resulta que no me había perdido tanto como yo creía. 

Este ha sido el último diario de este viaje, ya que, como ya he comentado antes, estuve más días pero no de turismo, sino para asistir a la graduación de mi hermana. La semana que viene empezaré el diario de un nuevo viaje que hice dos meses después de este. No cambiaremos de país, pero sí de ciudad, ya que dos meses después cogía un avión rumbo a Londres, ciudad en la que ya había estado varias veces pero de la que una no se cansa de volver.

Hasta dentro de unos días. Besos 

Cris

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