sábado, 7 de mayo de 2016

Diario de viaje: Brighton

El pasado mes de febrero aproveché que me tenía unos días de vacaciones para acudir a la graduación de mi hermana, que estudiaba su máster en Inglaterra y de paso, conocer un par de ciudades.

Mi hermana vive en Eastbourne, una pequeña ciudad en la costa de Inglaterra cercana a Brighton, la otra ciudad que visité y a la que le dedico esta entrada. 

Me había informado un poco sobre Brighton antes de viajar, pero no me había hecho ningún plan ni ruta. Por lo visto, es una ciudad con bastante población joven y mucha fiesta. Yo no pasé noche allí por lo que no he podído experimentar como es la fiesta  pero lo cierto es que vi a mucha gente joven por sus calles, de muchas nacionalidades distintas, y me crucé a bastante españoles.

Lo primero que hice al llegar a Brighton, fue dirigirme a la playa. Era un día bastante nublado, no llovía en Brighton sin embargo, una hora antes en Eastbourne me había caído un gran chaparrón.
La playa de Brighton es de pequeñas piedrecitas y el mar estaba muy agitado, pero el olor del mar es el mismo en todas las zonas costeras y no pude envitar acordarme de mi ciudad. Paseé un rato por el paseo marítimo y por la playa, a la que después de comer volvería a sentarme un rato a descansar, ya que durante la mañana, poco a poco fue saliendo el sol.

Tras la playa seguí caminando hasta llegar al “Brighton Pier”. Caminar por el Pier me trasladó a otro tiempo, seguramente afectaba lo poco transitado que estaba ese dia, además que se nota que es una construcción antigua, pero daba gusto pasear mientras sonaba música de los 70 y 80. Al final del Pier hay una zona con atracciones: coches de choque, pequeñas montañas rusas, pasaje del terror, etc. Imagino que durante el verano si funcionan, pero ese día no, y sumándolo a la poca gente que ese día decidió pasear por el Pier y lo silencioso que estaba todo, le daba un ambiente de película de terror.

Brigton Pier visto desde la noria.


Tras el paseo por el Pier, decidí montarme en la noria. No soy muy dada a este tipo de atracciones, pero en ese momento me apeteció. Cuesta 8 libras y creo que duró aproximadamente unos 10 minutos, o eso me pareció a mí. En el interior de la cabina una grabación te narra sobre la historia de la ciudad y de la noria. La verdad es que estuvo bastante bien y de ahí, se tenían unas vistas muy buena de la ciudad.

Tras la noria, fui hacia la parte monumental, pero en vez de dirigirme hacia el Royal Pavilion, que era la idea principal, decidí explorar The Lanes en busca de un lugar para almorzar. Esta es sin duda mi parte preferida de Brighton. Me encantó perderme y explorar por las callejuelas. 
Callejeando por The Lanes


Luego me dirigí a los jardines del Royal Pavilion, donde también se encuentra el Brighton Museum and Art Gallery. Lo que más me gusto de esta parte de la ciudad fue precisamente el jardín. El Royal Pavilion para mí fue una total decepción. Cuando lo ves en fotos, parece un edificio majestuoso, imponente; sin embargo en la realidad me pareció que no tenía brillo, y demasiado pequeño a cómo me lo esperaba tras ver varias fotos. Además de no pegar nada con la estética de la ciudad, aunque eso ya me lo esperaba.

Y os preguntaréis, ¿qué es el Royal Pavilion? El Royal Pavilion es un Palacio de verano que mandó a construir el en ese entonces futuro rey Jorge IV, tras una visita a la ciudad. El Palacio, construido para las dar lujosas fiestas tiene un diseño indio en su exterior debido a la fascinación por todo lo exótico y asiático. Su interior además, esta decorado con un estilo chino. Debo decir que aunque mi idea era visitar el Palacio, tras verlo por fuera y ver que no era para nada como me lo había imaginado, decidí no entrar y seguir paseando por la ciudad. No se si hice lo correcto, ahora la verdad me arrepiento porque creo que hubiera estado curioso, además he visto en internet opiniones bastantes positivas de la visita. Si alguien que esté leyendo esto ha estado, agradecería mucho un comentario con su opinión.

Jardines del Royal Pavilion

Royal Pavilion (Parte trasera)


Estuve curioseando por The Lanes casi todo lo que me quedaba de tarde. Me hubiera gustado pasear más por esta zona ya que me quedó bastante por conocer, y también por Brighton, pero tenia que volver pronto a Eastbourne, ya que había quedado en cenar con mi hermana y su marido en un típico pub inglés, del que hablaré en otra ocasión.

El próximo día os hablaré de Eastbourne.

Saludos,

Cris

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