lunes, 27 de junio de 2016

Diario de viaje (III): Londres: Museos, Convent Garden y...¡nos intentan timar!


El segundo día en Londres, daban lluvia y aunque nos cayeron algunas gotas, fueron poquitas. Como creíamos que iba a llover más, el día anterior planeamos ir al Museo Británico y al ver que no llovía decidimos ir andando. Desde nuestro hotel , eran como 30 minutos a pie hasta el museo.

Yo ya había estado en el museo anteriormente, pero muy poco rato. Fue hace unos años, cuando fui a Bath a estudiar inglés, y aprovechamos varios estudiantes para ir a visitar Londres un día. Ese día nos dimos un palizón viendo los puntos más importante de Londres, por lo que obviamente, no pudimos dedicarle más de hora y media al museo. Esa vez elegí ver la parte de Egipto y esta vez también, aunque debo decir que apenas lo recordaba.

Si eres amante de los museos, Londres es sin duda una de la ciudades que debes visitar, no solo por la gran cantidad de museos que tiene, sino porque mucho de ellos son gratuitos. El Museo Británico es uno de ellos.


Dicen que puedes tirarte una semana viendo el museo, que aún te quedarían cosas por ver. No lo pongo en duda. Es espectacular y no tengo ninguna duda de que cuando vuelva a Londres volveré a ir para seguir conociéndolo.


Nosotros elegimos ver la muy conocida colección de Egipto (masificadísima, increíble la cantidad de gente que había). Por lo visto, es la mayor colección fuera de Egipto y la más visitada del museo, algo que queda bien claro cuando pisas la zona dedicada a Egipto, sobre todo con la Piedra Rosetta, la cual siempre está rodeada de gente. La colección de Egipto está en la planta baja y luego si no recuerdo mal, en la cuarta tienen la colección de momias (también muy chula y muy visitada). Me encantó la parte de Egipto, es una cultura que me atrae mucho, sin embargo disfruté mucho más la de Antigua Grecia y Roma, seguramente porque son civilizaciones que me atraen aún más. Esta colección es junto a la de Egipto las más visitadas, sin embargo, no tiene punto de comparación, al menos el día que yo fui, la cantidad de gente que visitaba la de Egipto con la que visitaban la de Grecia y Roma. ¡Y es una pena! Es cierto que no es una colección tan extensa, pero realmente creo que se le debería dar más bombo. Esta colección también está en la planta baja y en la cuarta y es más extensa la de Grecia que la de Roma.






Estuvimos toda la mañana visitando el museo y podríamos haber estado más, ya que como comenté anteriormente, es un museo enorme con una gran variedad de contenido.

Una vez salimos, mi intención era dirigirnos hasta el Covent Garden o el Soho a comer en algunos de los lugares que había visto en la guía de Lonely Planet que parecían interesante. Pero mi novio tenía hambre y se paró a ver el menú de un bar cercano al museo. No era caro para lo que habíamos visto por ahí: 6,95 libras por hamburguesa, patata y refresco y 5,95 libras por fish and chips. Como él tenía mucha hambre y yo la verdad es que también al final entramos, aunque algo en mi interior me decía que no deberíamos.

A ver, el sitio no estaba mal y la comida, nada del otro mundo, pero estaba buena. Sin embargo, el dueño era un sin vergüenza, nos intentó timar, no una, ni dos, sino tres veces. Primero vimos que en la carta ponía otro precio al menú, así que preguntamos y el tío tuvo la jeta de decirnos que ese precio era para atraer a la gente pero que luego era otro. Debió vernos la cara de mala hostia y la intención de levantarnos que rápidamente rectificó y dijo que nos cobraría lo del menú. Cuando fuimos a pagar, vimos que solo había cobrado como menú el fish and chips y se lo dijimos y él decía que la hamburguesa no estaba en el menú. Total, que tuvo que salir a ver el cartel y ver que si estaba también en la oferta, tal y como decíamos. A todo esto, luego nos intentó cobrar una o dos libras más, no recuerdo  cuanto, en concepto de impuesto y le dijimos que eso  debía aparecer especificado en la factura; pero como ya estábamos hartos le dimos el dinero…la cosa es que el al darnos el cambio, no sé si es que se confundió o vio nuestro cabreo, que no nos cobró los “supuestos” impuestos.


La verdad es que esta fue la única mala experiencia en Londres. Yo suelo evitar los sitios muy turísticos para comer, pero eso no quiere decir que alguna vez no lo haya hecho, pero nunca me habían intentado timar, al menos no de esta forma tan descarada.

Después de comer nos dirigimos a Convent Garden, callejeando por las calles. Allí nos dirigimos a una tienda “friki”, llamada “Forbidden Planet”. Me habían comentado que estaba genial, pero me esperaba menos. En esta  tienda encontrareis merchandising  de prácticamente todos los fandom, desde Star Wars hasta Harry Potter, pasando por Star Trek, Indiana Jones, y mucho,  mucho más. El Paraiso de cualquier friki, lástima que no tomé ninguna foto.




Después de callejear un rato por Convent Garden, nos dirigimos hasta Trafalgar Square, y allí decidimos visitar la Galería Británica, también de entrada gratuita. No era un museo que pensáramos visitar por cuestión de tiempo, pero finalmente nos animamos a entrar y dejar el Big Ben para otro dia. No pudimos estar dentro tanto tiempo como en el Museo Británico por lo que nos dedicamos a ir a los artistas que más nos interesaba. La verdad que es otro gran museo que merece la pena y que sin duda recibirá otra visita cuando vuelva a Londres. Qué maravillas de museos y gratis, ojalá en España fuera así.






Al salir nos sentamos un rato en la plaza a descansar. Yo estoy acostumbrada a andar pero mi novio no, y aunque yo hubiera seguido visitando, eran las 5 de la tarde por lo que decidimos volver. Anduvimos un poco más hasta Picadilly Circus y luego nos dirigimos a Oxford Street, con intención de coger el metro allí pero como había tanta gente para entrar al metro, y nos agobiaba un poco, decidimos volver andando. Fue otro gran paseo, pero a mitad de camino del hotel, paramos a tomarnos un kebab gourmet en un sitio que habíamos descubierto a la ida, Chifafa. Estaba realmente rico. Lo aconsejo al 100%.

Finalmente volvimos al hotel a descansar, pero decidimos antes pasar por el Tesco a comprarnos unas cervezas y las bebimos en el hotel.  Al día siguiente nos esperaba la visita a los estudios de la Warner Bross, donde se grabaron las películas de Harry Potter, y tocaba descansar.

Nos leemos pronto con una reseña del hotel bajo de bajo coste, Easyhotel, donde me alojé en Londres. No dudéis en dejar un comentario.

Saludos, 

Cris

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